Tu nombre es Tyler. Aunque más bien, eso es lo que te gusta creer. A veces, tu nombre es Travis ó Luke, dependiendo el cristal con que te miren. Pero la mayoría de las veces, tu nombre es simplemente Antonio.
La pregunta es la siguiente: si vieras a ese hijo que hace tanto tiempo dejaste que desapareciera de tu vida, ¿cómo lo convences de que vale la pena aceptarte en la suya?. Y la respuesta es fácil, más fácil de lo que muchas personas pudieran pensar. Es tan simple y obvia que hasta causa indignación no haberlo pensado antes.
¿Cómo? Le transmites tu ser y tu alma, a ese niño de 12 años, por medio de una de las más primordiales y básicas formas de expresión que el ser humano ha logrado inventar: la música. Una compilación rápida y resumida de todo lo que sientes, todo en lo que crees, todo lo que escuchas y lo que le da forma quizás no a la persona que eres, pero si a la que quieres ser. Un “mixtape” se vuelve tu único medio para tratar de construir esa confianza desde cero.
Poco te imaginas que para una mente fresca y en pleno crecimiento, ese mixtape significaría muchas cosas que no necesariamente lo acercarían a ti. Para una mente abierta y joven, la música se vuelve el líquido vital que ésta absorbe cual esponja y se nutre de ella. A lo largo de los años, ese mixtape sentaría las bases no sólo de muchos de sus gustos musicales, si no también de su propia identidad, creencias y decisiones importantes.
Ese pequeño riachuelo que intentaste dirigir a veces en la dirección correcta, y a veces en la dirección que a ti te convenía, tomaría su propio camino a pesar de todos tus esfuerzos. Expandiéndose y dividiéndose más allá de tu influencia. Con unos “New Angels of Promise” de Bowie, ó un “Wrapped Around Your Finger” de The Police… con “The Love Thieves” de Depeche Mode, ó una “Solitude Standing” de Suzanne Vega… himnos de juventud y posteriormente de madurez, que llevarían a tu pequeño hijo a convertirse en un ser independiente.
Gracias por todo, papá. Por venir a abrirme los ojos a un mundo nuevo, fuera de este pueblo pequeño y de aquella familia llena de malas emociones. Gracias a tu chispa inicial, la llama se encendió y no ha dejado de brillar. Siempre tan fuerte como le ha sido posible…
NOTA: El cassette original en el que se basó el siguiente playlist se perdió en el tiempo. Pero puedo decir, con toda seguridad, que estas son el 80% de las canciones que contenía. Un par de canciones fueron quizás de cassettes posteriores y el orden de las canciones no es el original.