Está canción es la mejor introducción a Bowie que un niño de 12 puede tener, aunque resulta un poco engañosa. Es desgarbada, atrevida y escandalosa, rayando en el punk, pero también es precedente de la época “Glam Rock” del buen Bowie, que no resulta tan fácil de digerir para mí.
Comparada con el resto de las canciones de Bowie en Tyler’s Mixtape, pareciera que las interpretan personas completamente diferentes. En “Heroes” y “Strangers When We Meet” hay una elegancia y refinamiento completamente ajenos a “Queen Bitch”. Sin embargo, la genialidad de Bowie está ahí, en transgredir géneros y preconceptos.